Doy mi sangre
para ofrendar este juego
demasiado lascivo
quiero bajar los brazos por
miedo
a derramarme
a desangrarme
a perder el control, los
demonios uno a uno
me haga daño esa criatura que
mira fijamente a los ojos
y necesite pertenecerle
más que a mi mismo experte a
la impudicia
y necesite sucumbir
sucumbir como el primer día
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