martes, 27 de noviembre de 2018


El aplastante TODO
posteridad del siempre construyendo los días  
animal amaestrado de lo imposible
ausencia 
orquestada en un futuro despojado de flores y rincones 
simulacro de lo unánime
más allá de la misma inercia 
que nunca fue inercia 
porque otro movimiento la conmueve  
el TODO
contundentemente único
ocupa un espacio sinfín y otro punto encima del infinito
todas las maneras de la muerte 
de la vida que elige ser siempre vida
o morirse TODA
una rima asonante
o un pájaro que siendo árbol
ahora es TODO PÁJARO también domesticado
un cauce que confluye en otro cauce 
donde TODO se encuentra
y choca
y se mezcla 
exclusivamente TODO
la ancestral alquimia del caos 
de donde nace la NADA


Una canción me canta
celebra como perfección imposible 
la nota  que falta a la boca
Un poema me escribe
me pierde en los versos
me fractura en cristales encendidos
para dar vuelta a la piel e  iluminarla
Un cuadro me pinta
prolonga nervaduras  del infinito
en el sentido vertiginoso de un paisaje
donde la luz lo aventaja
Un lápiz me escribe
me dibuja labios en voz alta
la transgresión de ser el espejo
de otros labios abiertos
Una luna me hace menguar
en la salida necesaria de la noche
me arrebata  los últimos sueños por morir
los nidos que soportan los dioses del día
Un hombre me ama
en su punto más infinito de las diferencias
no entiende de
canciones
poemas
pinturas
lápices
ni lunas
pero su verbo es irrevocable
y levanta ese muro donde siempre me acorrala



Andaba de rostro en las plazas de la memoria 
un día de ser rostro
de ser y hablar como rostro fabulario
con la primera palabra vertical de la boca
del verbo descalzo 
de furia que puede brotar del fuego
de todo lo que calla 
destierra el grito con el alma suspendida
prepara en los ojos el próximo atentado 
comulgan posiciones intermedias 
para arrinconar la voz en la topografía de un silencio
sin aristas
De cara obligada a sonreír en su propio follaje 
de beso que respira su beso
su estar de arrinconar la boca 
ser amado en la ventana
para que se multiplique o pierda la inocencia
el amor regrese 
y ser el rostro sin relieves que siempre espera 


El problema
Y es que no quiero pensar en los muros 
como diafragmas 
como solo muros
límites de piedras entramadas 
para separar el vértigo de respirar 
de la lluvia suburbana y la catástrofe
No 
en las mentiras con su singularidad cósmica 
en la ciudad subterránea 
que construye sus propios laberintos 
en el permanecer intemporal del mar
su voz blanda profanando la orilla
El problema es el espacio sin la estática de los días  
el ir y venir unánime 
detrás del romper que me sobrevive el sin sentido
el problema es el cristal 
que hace clic sobre el verde y cambia la realidad
el problema es el color 
el color


Y es que los muertos se lloran
Hasta la terrible hora 
vendré desde  las multitudes 
a otros les parecerá una herejía 
comulgar con los cobardes 
llorar junto a la estatua de Lenin

escribir un discurso apologético 
a ese señor que se enciende  
como tambor buscando música a su paso   
aprobaciones domesticas con certificados oficiales
y es que cuando nace un muerto 
aplaude el destino sus manos gloriosas
detrás un jardín improvisado de flores conmovidas
que no mueren como otras flores 
llueven en las pupilas 
su olor de rosas marchitas perfuma la memoria 
habla de viejos muertos 
de soledades y noches tristes
Morir es la osmosis forzada 
de romper todo el treno que irrumpe
el octavo arte 
desde la vida 
hacia la vida 
Morir en cualquiera de sus formas es morir 
y los muertos se lloran con los ojos  
con las manos y la memoria
los muertos se lloran
se lloran y punto


Estado de límites

                                                    Un salto al vacío                                                                                                                                                       de quienes nos alejamos de los
                                                    límites del agua  tal vez para siempre 
                                                                                          Claudio Lahaba
I

Me susurró que había huellas en el río
que algunas tristezas habían naufragado
a la disolución
que signaron el agua con círculos 
y hojas secas caían sin recuerdos 
de árboles 
de pájaros

II
En toda forma  de partir hay dolor 
cada hombre es subsidiario de sus miedos 
en alguna hora se reconoce lejos
tal vez para siempre forastero 
la memoria puede ser la fruta que alimenta las bestias 
la súplica de los días en la fiesta del nido
tan sencillo como un recuerdo
que no quiere ser más recuerdo de nadie
el olvido que incita en  acontecer 
sin ángeles o estaciones 
sin gaviotas ni ojos en lontananza 

Y yo que insisto
me escapo de mi para cambiar de rumbo
me enseño a recordar que moría de canisteles
carretones cantando adoquines en la calle mayor 
el alba:  
pan sobre el deseo 
de incendiar las manos y atrapar el sol en el bolsillo
un día en  la fragancia del aire
que pueda tocar con las manos 
de bandera enamorado con la estrella rompiéndome la frente 
un día en Gólgota donde fui crucificado
donde resucité 
en el nombre de todos mis recuerdos y mis muertos 
para escapar a este paraíso


Para matar………..

Para matar al destino
mastica su cerebro
su sangre de animal tridimensional 
ensaya sus ventanas 
la felicidad aparencial de alguien que construye
sueños sin jaulas 
flores para la última batalla 
Despierta vertical 
imposible de miedos  
más que esa línea causal 
que se detona como ciertas líneas suicidas
Reserva el hoy
el elogio de perseguir la felicidad
desaforadamente
cotidianamente
desesperadamente  


Primavera

No maldigas las flores tras los vidrios
disimula agazapado
donde puedas amoblar tus ojos 
con la inaudita geometría de colores
no tales la primavera 
ni intentes desarmar sus matices de eclosión
El fanal inviolable de la luz
es una estampida de anuencias estivales 
el tiempo construido por los espectros de los jardines
su promesa más fiable es la hora del limonero
constelación de la tarde
como paisaje huidizo de puntos amarillos
No interrumpas al zorzal 
su pecho gotea 
inundado en voces de sonidos ajenos 
saborea su canto de un mordisco
su sueño estepario    
sus alas caminando el viento del este 
No derribes la primavera
ni prendas flores en el asfalto 
la nieve pulsa tu aire como hijo prodigo
no escupas el vidrio
disimula agazapado 
donde  puedas amoblar tus ojos
hasta que el invierno  pise tu espalda


Ente

Te iras muriendo sin morir  
sin nadie que detenga tu holocausto 
porque entre morir y muriendo hay una pausa 
un lapsus argumentado con tristeza de cuerpos 
anárquico
troglodita 
Ahora serás un neologismo 
un hombre anverso en la barriga del destierro
sin frutas que juntar
ni estrellas maduras   
un hombre infranqueable 
con aroma de caos en los ojos


Subsidio 

Pasas por mi como subsidio
que me hace mortal la inocencia 
nadie escribe su voz miserable en la puerta  
calcula públicamente su pendientes  y atalayas 
Soy ese árbol olvidado de pájaros
abrazando señales de retornos 
cantos de ramas 
o reencarnaciones
de otros árboles aunque fueran moribundos 
Llevo un vestido de golondrina transparente  
para ocultar o mudar mi piel
al vuelo acrobático de cada tarde  
Me descubro cursi 
arrojando el corazón como pedrada 
cabalgando con él 
más fiel que lentamente 
y el futuro 
un amparo 
un discurso que abrazo 
con añoranza de cocuyos 
de amigos que maldicen su casa
su retrato en la pared
se disfrazan para cruzar esa burbuja que habitan 
y que yo sueño de vez en cuando


Decreto

Prohibido prohibir ser otro
todo es un cuerpo que se abalanza 
desde el ombligo hasta caer de bruces
Cualquiera puede construir sus soles 
trepar sus calvarios con absurdas estrellas colgadas
de las manos 
presentirse pájaro sino hombre o flecha la revés 
acechar su propia muerte
o confiar demasiado 
Cualquiera puede llover flores de su costado
redentor de sus miedos y emboscadas
acomodar  los latidos en otro pecho dispuesto
entre endechas y abrazos como manjares 
todo admite lo soñado 
la piel como trono de orgias 
la voz del concilio y las abjuraciones 
la novicia galopando penitencias 
el anticristo masturbándose en la ventana
todo 
todo puede ser un argumento



Nadie como yo……..

Nadie como yo habitó los bordes 
vio al hombre devorar al hombre 
como cosa habitual de la devastación 
Nadie se abalanzó sobre los retratos 
sobre su olor a cuerpos incendiados
lloró el parnaso 
arrodillado ante los ojos de un Dios moribundo  
ni vio la  vida desnudarse 
mujer acribillada 
por pupilas robando sus caderas 
Me persigue el remordimiento 
la quietud que ningún arcángel conmueve
ese extraño deseo de mar por delante 
donde la huella y cada vuelta es un inmenso delirio  
nadie me duele en la memoria 
ni esa grieta que divide mis recuerdos 
pone lejos la milagrosa idea de la redondez
de un sol calcinando una ciudad que apenas reconozco 
Han sembrado derrumbamientos en mis recuerdos  
una plaza sobrenadada de cadáveres y elegías
nada peor que la muerte que se insiste atroz 
amordaza el equilibrio
que puede romperse 
e improbable instituir la felonía 
como forma sagaz de vivir 
Alguien escribe sobre mi piel el olor de las paredes 
de las bestias que hay que devorar
administrando el canibalismo
para sucederme más allá de pronunciarme a mi mismo
en la envoltura de aquello que pareciera ser un HOMBRE   


Se escurre el pasado como un ángel tras la boca

derribando las únicas puertas posibles  erigidas como monumentos
olvidar esa ciudad que puede saltar de las postales  
contraponerse en el  horizonte de mis anhelos 
con hijos devorados en la metástasis de un mundo al revés 
Han bostezado miserias en mi rostro
echado en cara el escalofrió servido en los ojos  
donde habrá recuerdos
interminables ríos de mares por la boca 
El corazón: 
un equilibrista gravitando el vacío 
late su nombre sin sombras 
de triste sobre su cuerda 
de corazón salido del pecho 
todo el despertar que pesa
desgarra 
se te sirve en la sangre para la rabia de vivir
sobre el oficio que crucifica la esperanza 
resucita salvadora para esas cosas que siempre anhelaste
Sirve que venga la vida de golpe 
me hable de sus besos y sus vestidos tristes
algún tragaluz se salga del cuerpo
y ruede sobre el pasado de caerme vivo
esas puertas erigidas como monumentos 
registren la hazaña o la hecatombe de vivir


Cuando me he parecido a lo que recuerdo

Ya sé que fue tu instante de plegarias y flores 
cuando pusiste el pecho a la intemperie 
para morirte de mi voz 
a quemarropa  
a desflorar tu desnudez
afilada como palabra 
que ya no es el diptongo ni el susurro que consagró la   
                                                                                  primavera
la palabra intemporal  de uno contra el otro
púbicamente bélica
el otoño que escapó donde el tiempo ha sido    
                                                                                consagrado
Soy la contraparte de todo lo que dice ser tu boca
el que ya no es más el pasado 
el niño de la Habana que apostaba  a la suerte 
a los veranos en Paris 
se moría de glamour en una esquina de Infanta
con toda la ciudad en fuga frente al mar con su nombre
Como enamorado   
puse en tus labios un big-ban de aguaceros que  
devoraste con júbilo en tu papel de muchacho    
                                                                              agradecido
cuando la vida se sentía donde viven confiados   
                                                        cronopios y esperanzas
donde las supernovas son apenas luciérnagas
que no serán estrellas 
ni yo el amante aunque sea 
quien siempre vuelve en el próximo recuerdo


A modo de explicación

No se trata de la ausencia que ha sido su tumba
de naufragar todos los días y celebrar ese cuerpo
que ahora concurre en otro rostro para morir de nuevo
borrar las aristas del asesino
mientras se enfría despacio 
se traga su muerte ficticia 
Debió susurrarle con desmesura
que no se puede confiscar el sobresalto
aunque las puertas se separen 
los laberintos de destrezas colapsen 
Dédalos reclame los arcángeles del estuario
                                          como ciegos dioses del suicidio
arranquen sus alas de plumas alevosas 
en el sueño del hijo roto 
que no comprendió el espejismo de morir
el argumento de ser Dios en la estrechez de mil fantasmas 
No se trata de la ausencia que ha sido su tumba
el vientre 
el latido del guijarro
la vida sujetada a un hilo remoto
en las mortajas de una ciudad
tragaluces y discursos de salvación
Es la idea la que te aplasta 
construye aullidos con retazos de bisagras
embriones de  héroes intrascendentes
Has desperdiciado lo que podía ser efímero
alguien instituyó deliberadamente la mentira
que es simulacro de un puente sobre
otro puente impreciso 
donde constela el vientre tutelar de la vida
el centro  donde la muerte regresa a veces 
a agazaparse como un pez


Donde es ahora mi casa

En el centro del tropo donde soy cóncavo
el sur dibuja todos los puntos infinitos
la casa 
las plazas del amparo 
la esperanza sobre un pétalo
el pétalo que se ensancha sobre el tallo que lo retuerce
Perdura un mar que se desovilla bilingüe
puntadas de peces en el costado
Cristo que se resucita a cielo abierto 
como un ultimo muerto
la última isla que respira sorbo a sorbo
cae sin romperse sobre el agua verdinegra
a salvo de Trajano
de trenes en el borde de la ciudad 
balsas en las playas 
como parcas huidizas al supramundo
para los desconocidos de Dios
donde cantó su tumba una tierra recortada
el fuego incendió el agua 
y la vida per/dura    


Palíndromo

La vida arde en la boca 
acecha como muerte suplente de quien sobrevive
Átropos a veces Aisa
incisiva e insolidaria
ni más teológica en sus vértices 
ni concurrente en la imprudencia de no girar
cortará  las horas para los hombres 
lloverá minutos sin rostro
torrencial 
sobre el pan y el atajo
Queda malgastar los párpados 
soñar argumentos cabales 
con espanto ensayar los abrazos
que significan triviales menudencias 
la fatalidad de un rostro que regresa 
en este relámpago que es la vida
para arder en la boca


Alegato frente a tu cadáver
                                                               A: Analía

Yo no diré las palabras mortales de tu homenaje
no temblaré de lado a lado 
al pronunciar un esperado discurso de trincheras
                                                                                y sacrificios 
quiero respirar tu muerte 
después de todo 
resultaría impropio cualquier euforia
rasgarme la ropa 
declararme inmune a la inconformidad
Las puertas que te nombran se han cerrado
morir en cautiverio 
en el espacio interior de un cuerpo 
es una verdad transparente 
y no hay que llorar las verdades solemnes
o esputar argumentos que pueden ser catastróficos 
Yo
soplaría sobre tu frente escueta de luz 
celebraría ese algo irreversible
que es morir 
la desventaja del que se adelanta


Sobrevivir

Entonces
sobrevivir es comprarse un cuerpo impermeable
bailar un discurso revolucionario
de rojos desatinados 
que arman y desarman la plaza enemiga
Los hombrecitos tenebrosos de julio
desgarrando sus banderas
al punto mismo de un espejismo improvisado
Sobrevivir es 
admitir la recién inaugurada manera de morir
aplastado por el pentágono
por las ampollas hermanas que resultan menos 
enemigas 
no volver el rostro a las estatuas sospechosas de conspirar
recalcular los puntos cardinales
sobrevivir también es escapar

Gerko.te

Se enciende tu voz como una herida 
y quiero tu nombre donde quiero tu cuerpo
donde puse mi cadera para extrañarte
tu lengua que enfunda mi falo
erectadamente procaz
desordenar la floración 
que te nace por la espalda
cuando ya estoy estremecido de piernas 
cuando desesperadamente loco              
rompa el borde de tu prudencia 
tropiece desnudo con tu brazos
mansos de renunciar a no abrazarme
cuando sin otro pretexto también te abrace 
y te atraviese 
y cristifique 
el espacio carnal de tu entrepierna


Partes iguales

Ese odio que eres dobla las esquinas
el rostro de la ciudad y sus escombros
los aviones y los peces más predilectos 
el pico del ruiseñor y también su canto
la elegía de los árboles que columpian los muertos
los faros que el tiempo derriba
cada casa 
cada cicatriz sin importar donde empieza
el dolor enfundado en el índice 
la infancia remendada a tal punto insomne 
las victimas de tus dudas 
las nubes inmóviles en el espacio
la insinuación del ojo y sus designios
el crepitar de cada hoja en su caída
las luces incandescentes en mi cabeza
el miércoles de ceniza
las arrugas en el rostro de la perfección
el miedo que no es tu miedo sino el anverso
el planeta apuñalado en tus caninos
y a veces, 
solo a veces 
mi odio sempiterno


Simplicidad

El oficio de inventar lo que poseo
donde se supone es más real
respirar gestos
derrotar la derrota  
habitar peces
se remite a todas mi razones 
Razonable 
es esto de ser desde siempre
y serlo también en el reverso 
en la simplicidad de la estática
en la tarde que colapsa 
cuando la muerte se vuelve un gesto
un anhelo de flecha
al  margen del oficio 
de inventar todo lo que poseo


Envidia

Mi intento por alcanzarte
fue romper tu vuelo

verte rodar 
caer en picada
deshojar tus alas
que violentan mi trascendencia 
aplastar tus sueños 
y que te mueras como yo 
a ras del suelo
sin destrezas
ni otro adverbio que 
DEFINITIVAMENTE 
con temor a los bordes 
sin alas y con muchos miedos


Megalomanía

Uno a veces cree que se ve entero
en el centro de una fracción
en el vacío de lo sucesivo 
Suspendido 
en el vidrio de una ventana  
en el charco 
en su único ojo reminiscente 
ese facsímil 
siempre tiene la ventaja
la ficción es el otro
el que se asoma 
y se dilata como una pupila
y se esconde cuando se encuentra finito
y se muere de miedo en su cuerpo sin reflejos
uno a veces se cree el que escapa
pero nunca se regresa
de los espejos y los charcos 
bastaría con ser uno mismo 
pero no es sencillo ser solo el alma


Más al sur todavía

Incapaz de todo mar 
sin un peso de aguas interminables 
sobre las cicatrices 
formas de las verdades más tristes
días sin relojes
míos como 
la sangre que se levanta a ganar el aire
y no alcanza a pájaro 
y en el aire sigue siendo nada 
Me vuelvo a este rincón sin orillas
sin velas ni albatros
en la oscura epístola del musgo
veranos septentrionales
sin un saludo cosido de azúcar 
ni mamoncillos en mis adoleceres de dulzuras
me vuelvo más carne
más tierra donde he echado raíces 
más al sur 
más al sur todavía


Logos

El día trueca el aire con polvo en los ojos 
las lágrimas retroceden
a mansalva de otras recordaciones 
cuando la tristeza sobraba en los repasos de las palabras
el cielo como una burbuja se desintegraba en mi cabeza
Ante este silencio 
retorna el amigo que me abraza
la ternura  de un fantasma de mayo
días enteros de ausencias
otros 
en el rectángulo vertical de la muerte
todo hombre precisa una tristeza 
un grito que se quiebre sobre su verdadero nombre
un hilo 
marioneta de otras pieles 
de cosas parecidas a la luz 
silencios
abrevaderos de pájaros
que sin ser palabras – resuenan
todo hombre es un azar impronunciable de otras formas de silencio
un punto medio en el vacío
una campana
un derrumbamiento de luz 


Confesión(es)

En mis mapas no hallarás 
pretextos de recordaciones ni hecatombes 
necesito fragmentarme
que se derramen las aguas cien veces invocadas 
los pilotes de mi casa se abran
apuesten con echarme la muerte en cara
La primera lágrima sea sangre
abriendo paso a  
inviernos que regresan al acertijo de la lengua
y estar muy triste
cuando la suerte me sorprenda 
con todo un beso de abolengo en la frente  
un agua tangente se precipite en mis pupilas 
la noche duela
como sombra distinta 
el día se desencuaderne  
mutilado del hoy que se marcha 
necesito morirme y resucitar 
resucitar 


Para que me recuerde el verso…….

Para que me recuerde el verso
y en su boca quepa mi boca 
que se vende a la miseria  
y de hambre se disfraza 
divulga sus miedos 
sus llantos 
como grafitis en las paredes del tiempo
hambre para cantar 
el simulacro de paisajes incendiados por la inmundicia
voy a cambiarme el nombre 
a estrenar el remordimiento de llamarme el último melancólico
yo que he abrazado las noches en que tiemblo
que perdí la tonada
el río creciendo sobre las amapolas
donde los peces son frágiles y tiemblan sobre las piedras
los ojos en los besos de la turbamulta
los miedos en la repartición del oráculo
y pueda ser el mismo 
y asumir la simplicidad del pecho 
hacerlo florecer como espigas saltando de sus mortajas
desnudarme 
y en los desfiladeros de mi cuerpo
plantar el verso para que me recuerde 



Testamento del loco
            A Gaspar Calafell:
               Un   loco que canta a su locura; ama el mar y su insensatez.

Yo soy el loco 
el que vuelve siempre desde su epitafio
mi cordura duerme en otro rostro que me iguala
donde la sombra hizo su casa
enterró los zapatos del volver 
la nieve borró toda huella de regreso posible 
siete bestias conspiraron para salvarme 
su danza es el ojo alucinado de Van Gogh 
me persigue 
con su círculo oscuro
donde hemos de entrar desnudos a mirarnos 
las estatuas trocaron sus mármoles 
locas por el anhelo con que la demencia abraza
El loco es una salutación al alba
al oficio que te entierra como raíz amorosamente  
                                                                              enloquecida
te guarda de lo efímero
de las ambiciones y el desamparo
donde no quieres ser lo que recuerdas 
no la semilla
sino carne mientas dura la perfección
Yo he visto caer a Babel
estrepitosamente 
sobre mi cuerpo salobre el desaliento de mis absurdos
arder el agua más allá de llover luz sobre la madrugada
islas de rodillas 
caníbales creciéndole en la garganta      
como profanación de la vida
palomas suicidarse en la verbena sacratísima del huevo    
un loco impalpable
roca de amor y equilibrista
balbuceante de sus mares en el verano de los peces
sentado frente a la vendimia de los cuervos 
pregoneros de la floración 
Puedo olvidar lavar la tierra al desgarrarme
llorar al hermano como si estuviera vivo
sería solamente un loco mas
aunque yo sé lo que soy 
y no vendo mi nombre



Recompensa

Cuando la muerte te nombre 
con su boca irracional
Y ese frio que te abraza los ojos
Y congela tu risa 
devuelva a la sombra  la sombra de tu paso
tu discurso sea paladeado vorazmente 
donde cabe tu nombre 
preciso
incivil
perplejo te vuelvas como un espiral 
literalmente hasta los huesos
entonces sabrás si vale la excusa 
de morir


Cualquiera puede gritar……

Cualquiera puede gritar
desnudarse en el ostracismo de una calleja
silbar un réquiem
Cualquiera y digo cualquiera 
puede escupir su rabia 
que no es lo mismo que su odio
vomitar un discurso imprudente
sin estremecerse 
sin mojar los labios  ni sonreír 
(porque no estaba en el libreto)
Cualquiera puede saberse muerto
Pero pocos 
contemplar su propio cadáver   



                                          Amantes

Tú y yo
hemos sido amantes
de lo frágil
de lo imposible
del sol que se rompe
en su caída cenital
Yo
de la realidad a mano limpia
del silencio y el alma en combate
del brazo que no tiembla
si decapita
pero amantes al fin
y aunque en yuxtaposición
hayamos perdido
lo que en el amor se pierde
nuestra consagración sigue en pie
contra toda duda


Soneto del Beso

No cantaré en tu voz, ni en otra ajena
ni le diré a la noche que por eso
se derramó en tu boca el inconfeso
beso, beso que tu boca enajena 

No buscaré en tu noche la serena  
razón, que me contenga al fin ileso 
pues volveré a tu boca por el beso
de condenada boca que condena

Que atrapa que devora con ternura
tu beso manso palmo al que me arraigo 
al pacto de tu boca que es anchura

Conjuro de besar en el que caigo
desnudo y a tu incivil comisura
tu beso como una bestia cabalgo


Transcurrir

Primero fue una ventana
una ventana abierta respirando  
obediente al sueño de jardines 
el verde vertiginoso
soñado,
posible
de vidrios intactos
para escribir la ira o el beso
Después
una ventana  vieja
más cuadrada 
más oscura que una palabra sorda
infastuosa 
infloral
sola 
cerrada



Y ser un pájaro

Ser un pájaro
es un cartel  
un ser hostil que se desnuda  
del hijo 
de la casa 
del mundo
del brutal mundo que lo enjaula
sale a volar 
el
puto 
joto
cacorro
marica 
playo
mariposa
a volar como los ángeles
a volar


Mariela

Cuando llegó Mariela al pueblo
no dejó títere con cabeza
su oficio de meretriz urbana 
fue toda una revelación 
Tenía hermoso culo y líneas perfectas 
Una cabellera rubia a lo Monroe 
y un vestido rojo vaporoso de holán fino
solo para ocasiones
Mariela 
conocía el arte de mover todo 
mover al mundo
las caderas y la imprudencia    
si 
Mariela era maestra en el oficio de vivir
y hasta de improvisar  la vida 
sabía saltar verjas y ventanas angostas
contorsionismos  para permanecer 
Mariela era  buena 
triste  como toda puta de pueblo chico
Sus flores eran las más hermosas 
cada marzo adornaba su casa 
por esa rara premonición que siempre tienen las putas 
de que su amor está por venir 
Mariela hoy cumple 82 años y vive sola   


A propósito de Neruda

Te seguía
sin importar los muros de silencios 
después de los adioses
después del amor que imaginé 
más allá de las banderas 
de besarnos en la balcón compartido 
con las sabanas al viento 
o talvez porque  los recuerdos nos jugaron 
una mala pasada 
Te recuerdo a propósito de agosto
porque nosotros nos amábamos 
desmintiendo el aire
uno por uno todos nuestros sueños derribados
Trocha y el parque Dolores  
argumentando la esperanza como una casa 
donde abrir de par en par 
la catástrofe de muchachos felices
Aquello de mirarnos de lejos 
levantar los dedos en forma de victoria 
del que espera volver convertido en amante 
para próximos ayeres   
Te soñaba 
y no era una excepción 
sino una demostrable apocalipsis
de la que resucitaba
cerca o lejos 
pero partidario del solo fruto de tu entrepierna 
una vez y otra 
en el sueño espiral de prometernos
la vida 
la muerte 
la casi indestructible manera de amarnos
horizontales o en contra-picada
pero siempre  



Si pudiera decidir como morir

aquí donde están siempre mis  palabras 
desgarradoramente inmediatas 
donde retroceden los dioses 
en el aire se inclinan sobre la misma muerte 
Me iría despojando
de los días que se igualan a las noches  
se prenden en los ojos vacíos del miedo 
adioses juntando los labios que tuve 
como soles para encender la vida 
ese optimismo en la boca
de reloj apuntando  las horas decisivas
recuperar el paroxismo de prometer besos
golondrinas 
flechas con irreverente olvido
desesperaciones  intactas de azares 
quemando el alba
presunciones de ternuras por el costado
Me dejaría resbalar
porque pienso en la muerte como coraza
que te aplasta valiente 
te llora 
te devuelve la lucidez de ser solo grávido
el indicio de un exilio 
más bien una repatriación al alma pura como cuchillo
dibujar el grito con acordes de una sinfonía suicida
maldita pero convexa
que  magnifica la consternación de un alma viva
en el principio donde fueron todas las cosas
Elegiría morir    
como noticia clandestina 
simplemente  en el aire 
cuando el aire cabalgue mi muerte  
me vuelva respirable para el olvido de todos los días
y en los andenes de vértice ser solo un abrazo


Jitandécima a una abejiluz


Plabaluna solitera
flota melaba calígnea
melisprecisa florígnea
colirosa lambucera
abejipulcra embustera
bolaba la sombrilarga
omnivital cuasiparba
bruñida de pluritodo
calzas rayadas a modo
de colita melifarba

Mulsa rosa volandina
rubacea de sonrojores
abejiluz  mil colores
ridandante alifina 
meliflua primaverina
negrirayada e inqueta
amarilli rayi prieta
albifruta voladora
pispicúcea probadora
melífera pizpireta


Sentado en esta decisiva infancia

de mirar la ciudad desde dos ventana únicas
y egoístas
un adiós que es regreso a la propia anarquía 
la inocencia y el temor todo pretérito de un golpe
cada cual sin futuro de ser vorazmente engullido
por  hordas de socorro 
por cuervos que emigran a los ojos 
y reclaman tu pan 
tu pudor por el solo indicio de parecer un pájaro 
de decirlo con los brazos abiertos
para que nadie levante cercos de abismos 
tradiciones cívicas
intemperies de Dioses y gatillos
después de todo la infancia cabe en su propio inventario 
hay logaritmos en el juego de ser niño 
de abalanzarse sobre los sueños
sobre el adviento de los amigos 
de la vida que viene después  
se resume en la entelequia de convertirlo todo
en abrazos y trofeos
donde tan solo una palabra redonda 
erige tu casa 
como todo lo necesario 
cuando construye sus andenes 
para las alas convictas de soñar la esperanza


Nombrarla a usted
                                                                     A: Analia    

Es que de solo nombrarla a usted me siento optimista
anuncia la felicidad 
como fino graznido de fanfarrias 
parece estremecedor
que una sola palabra sea rentable  
para cruzar los limites 
la partícula de Dios en un recuerdo
que me aclimata
me aclijode
espanta desde adentro a la otra orilla 
la de la alegría  sin apariencias
sin recuentos ni yugos 
porque pierdo la soledad 
una guadaña aniquiladora de tristezas
importa en todo centímetro de instantes
tu nombre un escondite para cualquier sacrificio 
nutricio  
tangencialmente necesario
yo diría posible
y eso significa gritarlo contra el muro 
en las canciones
sobre la cama
en las plazas 
en las antífonas de boleros y tonadas
una botella al mar y su obligación de ser evangelio
más bien disimular
el azar y la alegría sin excusas   
Tu nombre un orgasmo
un atributo semántico


Creímos siempre la misma mentira  
la casa 
la otra muerte 
la luz infinita sobre los huesos
……………………………………………………………………..
Encierro mis gritos
pero igual me mueres
sin ojos
sin claustros 
sin nombre
igual me mueres  
…………………………………………………………………..
Y fuimos dos locos 
naufragábamos en las palabras
con esa maldita indiferencia de la unanimidad 
hasta que paranoicos 
empezamos a medir las consecuencias 
de estar siempre de acuerdo





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