lunes, 14 de enero de 2019


Te desvestiste de la soledad y no pasó nada
escasamente diferenciaste la luz 
de ella el germinal resplandor en los tragaluces 
te sentaste a morir 
cerraste tus párpados a la vida
y fue en vano 
la luz arrancó con luz tu cuerpo de raíz 
pero otro nacimiento implica un preciso habitar
un ser 
estar viva 
en los rescoldos se dispare un cielo que no esconderías 
esas chispas difíciles de apagar 
rectilíneas conviertan todo cuerpo en presa
todo negro en blanco perfecto 
muchacha 
volvamos al comienzo 
a tu cuerpo descorchando un útero  
repetir con los ojos habitados 
el acto del gritar con un eco intacto  

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